MANDARINE NAPOLÉON

Mandarine Napoléon es un licor a base de coñac con infusión de mandarina.

Premiado.

Elaborado únicamente con ingredientes naturales.

Nuestras mandarinas proceden de los mejores huertos de Sicilia y Córcega.

La Mandarina Napoleón se encuentra actualmente en más de 100 países.

Excepcional sabor solo o en cóctel.

Los ingredientes botánicos de Mandarine Napoléon incluyen té verde y negro, nuez moscada, canela, clavo y angélica. Mandarine Napoléon tiene una paleta rica y sofisticada que se desarrolla en la boca.

Clavo de la India.

Nuez moscada de Indonesia.

Canela de Sri Lanka.

Angélica de Bélgica.

Y dos plantas:

Té verde de China

Té negro de Sri Lanka

NOTAS DE CATA

COLOR: Mandarine Napoléon presenta un fascinante color ámbar dorado, con destellos cobrizos que parecen reflejar la luz de manera seductora. Su tonalidad cálida y brillante evoca la imagen de una tarde soleada en un huerto de mandarinas, aportando una sensación de lujo y suavidad desde el primer vistazo. Es un licor que brilla en la copa, mostrando una textura densa y envolvente que invita a explorar su complejidad.

NARIZ: Al acercarse a la copa, el primer impacto olfativo es una explosión de frescura cítrica, con la mandarina como protagonista, destacando su esencia pura y vibrante. A medida que el licor se airea, se revelan capas más complejas: un toque sutil de miel que suaviza la acidez de los cítricos, seguido por notas delicadas de cáscara de naranja confitada, que aportan una sensación de dulzura refinada. La base de coñac también se deja entrever con sus matices de madera envejecida, mientras que una ligera brisa de especias como la nuez moscada y la canela envuelve todo el conjunto, aportando una profundidad misteriosa y muy elegante.

GUSTO: El paladar recibe Mandarine Napoléon con una sensación de suavidad y equilibrio perfectos. La mandarina se presenta de manera dominante, su dulzura natural se mezcla armoniosamente con las notas de frutas confitadas y la calidez del coñac, creando una experiencia envolvente. A medida que se despliega en el paladar, aparecen toques delicados de frutos secos, como almendra y avellana, que aportan una sensación de complejidad y redondez. En el final, se nota una persistencia elegante de especias ligeras y una ligera cremosidad que se va desvaneciendo con un retrogusto afrutado y cálido, dejando una sensación de sofisticación duradera.