ROCK ANGEL Jéroboam 3 L

Rock Angel es un vino rosado de alta gama producido por la renombrada bodega Château d'Esclans, ubicada en la región vinícola de Provenza, Francia. Este vino destaca por su estilo refinado y su elaboración meticulosa, combinando tradición y técnicas modernas para ofrecer una experiencia única. A diferencia de otros rosados más ligeros, Rock Angel se caracteriza por su mayor complejidad y cuerpo, gracias a una crianza parcial en barrica. Es un vino versátil, ideal para aquellos que buscan un rosado con mayor profundidad, perfecto para acompañar comidas elegantes o disfrutar en ocasiones especiales.

ENSAMBLAJE

Esta compuesto por uvas Garnacha, Rolle y Syrah que proceden de las tierras de Provenza.

NOTAS DE CATA

COLOR: En su aspecto visual, Rock Angel se presenta con un delicado tono rosado, casi translúcido, que recuerda a la suavidad de un pétalo de rosa al amanecer. Su color, pálido y luminoso, refleja la elegancia que caracteriza a los grandes vinos de Provenza, invitando a descubrir más allá de su apariencia. Al girarlo en la copa, se perciben ligeros reflejos dorados, una señal de su crianza en barrica, que resalta su complejidad visual y añade una sensación de profundidad.

NARIZ: El primer encuentro olfativo con Rock Angel es fresco y envolvente, con una explosión de aromas frutales que remiten a fresas maduras y frambuesas silvestres, entrelazadas con ligeros toques de cítricos como la mandarina y el pomelo, que aportan una frescura vibrante. A medida que el vino se airea, van apareciendo delicadas notas florales de rosas y jazmín, creando una capa sutilmente perfumada que se despliega con elegancia. En el fondo, emergen suaves insinuaciones de vainilla y una leve mineralidad que aportan complejidad, sugiriendo el toque de roble utilizado en su fermentación. Estos matices se mezclan de forma armónica, invitando a una exploración sensorial más profunda y sofisticada.

GUSTO: En boca, Rock Angel se revela con una textura aterciopelada, que refleja una elegancia indiscutible. Su entrada es fresca y vivaz, gracias a una acidez perfectamente equilibrada, que da paso a un cuerpo medio bien estructurado. Los sabores de frutas rojas como la cereza y la fresa se combinan con ligeros matices de frutas exóticas, creando una sensación jugosa y refrescante. La mineralidad que se percibe en el paladar, junto con un toque sutil de almendra tostada y especias finas, aporta una complejidad notable que se despliega con cada sorbo. El final es largo y limpio, con un delicado retrogusto que deja una sensación de frescura persistente, invitando a seguir disfrutando de su sutileza y elegancia.