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Cloudy Bay Pinot Noir es el vino perfecto para tomar cuando no se sabe qué hay para cenar. Versátil y fácil de beber, posee una elegancia sedosa característica.
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El Cloudy Bay Pinot Noir es un vino emblemático de la región de Marlborough, en Nueva Zelanda, producido por la prestigiosa bodega Cloudy Bay. Reconocido por su elegancia y equilibrio, este Pinot Noir se ha establecido como uno de los mejores exponentes de la variedad en el hemisferio sur. Con un enfoque en la vinificación cuidadosa y en la expresión auténtica de sus terruños, este vino refleja la singularidad de la región, donde las condiciones climáticas favorecen la producción de vinos finos y de gran personalidad. Es una opción ideal para quienes buscan una experiencia vinícola refinada y sofisticada.
ENSAMBLAJE
100% Pinot Noir.
NOTAS DE CATA
COLOR: El Cloudy Bay Pinot Noir presenta un atractivo color rojo rubí brillante, con matices que dan una sensación de frescura y juventud. La intensidad de su color refleja la vivacidad de la fruta que se esconde en su interior, invitando a descubrir la complejidad que se esconde tras su apariencia sedosa.
NARIZ: Al acercar la copa, el vino libera una explosión aromática de frutas rojas frescas, con predominancia de fresas maduras y cerezas negras. A medida que se oxigena, surgen sutiles capas de aromas secundarios, que evocan notas especiadas, como la pimienta blanca y un toque de nuez moscada, acompañados por un ligero toque herbáceo que recuerda a hojas de laurel. Un suave matiz de madera bien integrada le otorga una complejidad delicada, sin enmascarar los elementos frutales que destacan en el perfil olfativo.
GUSTO: En boca, el Cloudy Bay Pinot Noir se distingue por su textura suave y envolvente, con un cuerpo medio que ofrece una estructura elegante. Los taninos son finos y pulidos, contribuyendo a una sensación aterciopelada y un equilibrio perfecto entre frescura y complejidad. La acidez brillante resalta los sabores de frutas rojas, como la frambuesa y la mora, mientras que en el fondo se perciben toques más sutiles de especias y una leve mineralidad que aporta profundidad. El final es largo y armonioso, con una persistente sensación de frescura que invita a tomar otro sorbo.